Utilizaba siempre el mismo modus operandi. Tomaba el taxi en cualquier punto de la ciudad y le pedía que le llevara hasta la Estación de tren de Santa Justa. En torno a la mitad del trayecto, le amenazba con un arma blanca y otra de fuego y le obligaba a conducir hasta el barrio de Los Pajaritos. Allí los desvalijaba. Se llevaba la recaudación, todos los efectos y objetos de valor. También se hacía con las llaves del coche y la luz verde distintiva del taxi. De esa forma, impedía que pidiera ayuda o lo persiguiera tras el atraco.
Este presunto asaltante, Juan, de 31 años, no actuaba solo. La Policía continúa buscando en estos momentos a su cómplice, un hombre que le ayudaba en la consecución de los robos.
Se especula con que el detenido era un agricultor de Coria del Río. Por culpa de la droga se arruinó y comenzó a vivir en la calle. Se convirtió en un indigente. Vivía en los aledaños de la Estación de Tren.
Los taxistas comentan que, solidarizándose con su situación, le pagaron en mas de una ocasión desayunos y bocadillos cuando tenía hambre. Los mismos taxisas a quienes luego atracaba.